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sábado, 11 de julio de 2015

Construyendo un tipi indio

Aunque alguien pueda llegar a pensar remotamente que se me dan bien las manualidades, nada más lejos de la realidad. Pero me hacía ilusión construir un tipi indio para mi retoño. Y aún me entraron más ganas después de ver los precios del mercado, fiuuu!!!!

El pequeño Bebé E. había empezado a jugar a esconderse y la mini mesa de Ikea que tiene en su habitación no le daba grandes posibilidades, así que había llegado el momento de ponerse manos a la obra.


Después de ver varios tutoriales y hacerme una composición mental de cómo pensaba ingeniármelas sin complicarme demasiado, reuní los materiales necesarios:

  •  5 listones de madera, de Leroy Merlin. Allí mismo tienen servicio de corte. Así que les pedí que me los dejaran a una altura de 1.60 cms y guardé la parte sobrante.
  •  Cuerda fina pero resistente, de Leroy Merlin.
  •  Grapadora para tapizar, de Leroy Merlín. Compré la más barata que había. Unos 4 € creo recordar, con grapas y todo
  • Cuerda de rafia para decorar el exterior, de Leroy Merlin. 
  • Telas variadas de Ikea. Compré dos retales de algodón sin blanquear de 1.60 cms de largo más o menos y otro estampado, de la misma medida. Además añadí un retal más pequeño de gasa o visillo, (no sé exactamente como se llama...) para ponerlo a modo de "cortina" que dejara pasar la luz.
  • 2 alfombras de algodón y 1 alfombra de imitación de piel de oveja, para invierno. (Ésta última no se ve en la foto). Todas de Ikea
  • 1 cojín de esterilla, de Ikea
  • 1 guirnalda de luces led, de carga solar y un juego de bolas decorativas, en Ikea
  • 1 cazador de sueños y 1 caja de puntas, en un bazar chino.  
  • Taladro, serrucho, martillo y tijeras.
El montaje lo hice de la siguiente manera:

En primer lugar, gracias a la ayuda de Papá E., hicimos un agujero a unos 15 cms aproximadamente del final de cada listón.
Después cortamos a una medida de 55 cms la parte sobrante de los listones que me habían cortado en Leroy Merlin.
Las medidas son al gusto de cada cual. Yo las hice así teniendo en cuenta la falta de espacio en mi humilde morada. No quería que me abarcara demasiado diámetro.

Las partes de 55 cms las fuimos apuntalando en los listones de 1.60 cms, en el lado contrario de donde habíamos hecho el agujero, dejando un pequeño espacio, de forma que no quedara a ras de suelo.
El siguiente paso fue pasar la cuerda fina por los agujeros, para unirlos y fijarlos lo máximo posible.

Una vez hecha la estructura, fui superponiendo los retales de tela, de forma que siempre quedara cubierta la parte de abajo y que sobrara un poquito para forrar la parte interior, tal y como se ve en la imagen. En todo momento procuré grapar la tela de forma que las grapas quedaran poco visibles.


Por último, sólo faltaba decorarlo con los complementosque había comprado. Las alfombras, el cojín, la cuerda de rafia, el cazador de sueños...


Además queria que tuviera un pequeño toque de iluminación. Para ello elegí unas guirnaldas de carga solar, y así evitar tener que tener enchufes cerca, con el peligro que conlleva y también por estética, para que no quedaran cables a la vista.
Lleva un pequeño panel solar. De tamaño de una palma de la mano aproximadamente. Yo lo he disimimulado como he podido en la parte superior del tipi.

Y esto es todo!. El montaje nos costó aproximadamente unas 3 horas. Teniendo en cuenta nuestra torpeza, a nada que seáis un poco manitas seguro que lo conseguís en la mitad de tiempo. :-)

Espero que os haya gustado el resultado. Nosotros hemos quedado la mar de satisfechos con el nuevo rinconcito para hacer el indio :-)




domingo, 28 de junio de 2015

El fin de curso y los regalos

Otra vez estoy por aquí, después de mucho tiempo. Y esta vez vuelvo a la carga con una manualidad.

Mi querido Bebé Experto ha cumplido dos añitos, lo que implica que oficialmente deja de ser bebé, aunque para mí lo siga siendo jeje. Madres... nos resistimos a dejarlos crecer!!!.

Al cumplirlos en una fecha coincidente con el fin de curso, aprovechamos para, además de llevar algún detalle para los compis de la guarde, llevárselo también a la "seño", como agradecimiento por su paciencia y dedicación durante el curso.

Este año buscando y rebuscando, no encontraba nada que me convenciera, hasta que dí con un kit para profesores. El kit en cuestión estaba pensado para profesores de niños más mayorcitos, pero me sirvió para ir maquinando la idea del regalo personalizado que acabaría preparando.

El coste total ha sido de unos 18 € aproximadamente, euro arriba euro abajo y el resultado no ha tenido precio.



Y en qué consistía?. Pues era algo tan simple como una caja de cartón con varios artículos etiquetados con un mensaje cada uno.

  • Una vela de Ikea: "Para que no se apague tu ilusión por enseñar"
  • Una barra de protector labial sabor melón de Kiko: "Para que tus besos sean siempre dulces"
  • Un trozo de papel burbuja de cualquier embalaje: "Kit especial anti estrés jijiji"
  • Un corazón con imán de Ale Hop: "Porque me has robado el corazón"
  • Una calavera de las de goma de Ale Hop: "Para que sigas dando esos achuchones de muerte"
  • Una libreta y bolígrafo rotulados con el mensaje La Risa Es La Mejor Medicina, de Ale Hop: "Para que escribas nuestros momentos más divertidos".
  • Una taza rotulada con Ponte Las Pilas, de Ale Hop: "Para que cargues las pilas cuando te demos mucha caña"
  • Un juego de pendientes con figuritas de niño que tenía en casa sin estrenar: "Para la seño más guapa. Gracias por ser tan cariñosa"

Todo ello, como decía, iba metido en una caja de cartón con diseño de lápices de colores comprada en un bazar chino y adornada con una foto de Halloween de la "seño" y el peque y la siguiente etiqueta:
"Para la mejor seño. Gracias por todo lo que me has enseñado".



Para las etiquetas he utilizado papel adhesivo tamaño DIN - A4 comprado en un bazar chino. Y he descargado una plantilla cualquiera de imprimibles de los cientos de modelos que hay disponibles en google.
Una vez recortadas y con los mensajes escritos, las he pegado sobre una base de cartón de un embalaje que tenía por casa, las he perforado y atado con un cordel de lana. He utilizado el mismo cordel de lana para cerrar la caja.

En cuanto a los peques, el regalo de este año ha sido una tortuguita "quitamiedos" con luces led que van cambiando de color de forma gradual.


Las he comprado en Aliexpress por menos de 1 € cada una (aquí dejo el enlace) y las he metido dentro de bolsitas compradas en un bazar chino, para una presentación más bonita y para evitar que los peques, mientras no están supervisados por su padres, puedan extraer y manipular las pilas, que son de tamaño botón y por tanto demasiado fáciles de tragar. Cuidado con esto!!!.



Y hasta aquí la manualidad de este curso. Espero que os haya gustado y que en caso de que lo llevéis a la práctica resulte todo un éxito. :-)

domingo, 29 de marzo de 2015

Babymecum

Hace mucho que no escribo y tengo varias entradas pendientes pero poco tiempo. Aisss...

Hoy vengo con una entrada cortita pero no por ello menos interesante.

Quiero recomendar una app muy práctica para cuando tenemos que medicar a nuestro bebé y no recordamos la dosis.

Hasta hace poco utilizaba la llamada "Fiebre Niños", que está muy bien pero únicamente nos informa de la dosis de Junifen, Dalsy y Apiretal.

Recientemente una enfermera me recomendó "Babymecum". Realmente es mucho más completa. Incluye una serie de diferentes medicamentos, los más usuales, clasificados en antitérmicos, antibióticos, antitusivos y otros.



Además indica cuál es la edad mínima aconsejada para cada uno de ellos y el intervalo de tiempo de administración de cada dosis.



Es sencillísimo de utilizar. Sólamente hay que indicar el peso aproximado del bebé (si lo sabemos exacto, mejor).

Es gratuita y está disponible para sistemas android e IOS.

Por último, dado que somos todas mayorcitas y responsables, creo no hace falta decir que no es sustitutivo del diagnóstico de un pediatra. Se trata de un apoyo en caso de que no recordemos la dosis durante un tratamiento determinado o para algún momento puntual en que necesitemos administrar algún antitérmico.

Espero que os resulte tan útil como a mí. :-)


domingo, 25 de enero de 2015

Mamá también cose: cojín de semillas.

Tras el buen resultado de la primera manualidad "convierte una mochila de publicidad en una mochila molona para la guarde", servidora se ha venido arriba y se ha lanzado a por más manualidades.

Esta vez le ha tocado el turno a los cojines de semillas o cojines terapeúticos.

Se trata de unos cojines confeccionados en telas de algodón y rellenos de semillas naturales a los que también se les añade hierbas aromáticas y/o aceites esenciales, para que al calentarlo desprendan olor. Con tan sólo calentarlo 3 minutos en el microondas, tienen múltiples utilidades:

- Dolores musculares, cervicalgias...
- Dolores menstruales
- Mastitis
- Artritis, cólicos...


Además de otras funciones tan sencillas como la de calentarnos los pies en la cama o calentar la cuna de nuestro bebé antes de acostarlo.
Una advertencia a tener en cuenta es la de no calentarlo más de 5 minutos puesto que podría quemarse. Es mejor ir probando a intervalos más cortos. 

También sirve para su uso en frío, introduciéndolo en el congelador durante media hora, para aplicaciones en caso de torceduras, esguinces, fiebre, pies cansados, migrañas y otro tipo de dolencias similares.
En este caso, es aconsejable introducirlo dentro de un plástico previamente para evitar que se mojen las semillas de su interior.

Su elaboración es muy sencilla y no es necesaria la máquina de coser. Aunque si se tiene, aún resulta más sencilla, si cabe.

En mi caso particular, pretendo darle un doble uso, el terapéutico y el de calentarme los pies. Por lo que me interesaba hacerlo con funda para poder lavarlo.

Se me ocurrió utilizar fundas de cojines convencionales, que ya llevan la cremallera puesta. Un gran avance para torpes como yo.

 Material que he utilizado:

  •  Una funda de cojín 40x40 de loneta, para que aguante bien el peso de las semillas. 1,80 € en bazar chino.
  •  Un kilo de semillas de trigo sarraceno 0,80 € (son válidos los huesos de cereza, maíz, arroz, lentejas, soja, lino...).
  •  Aguja, hilo y tijeras
  • Una bolsa de romero y varios sobres de infusión que tenía por casa y que habían caducado (contienen tila, melisa, azahar, hierbabuena, naranja...)

 
Lo primero que he hecho ha sido cortar la funda del cojín por la mitad, paralelo a la cremallera. De tal forma que una de las mitades, la que no lleva cremallera, la utilizo para el relleno y la otra, la de la cremallera, a modo de funda.



Es importante que el cosido sea resistente y prietito, para que no se escapen las semillas por los huecos. Una puntada adecuada es la conocida como pespunte o incluso mejor la del punto atrás. Dejo aquí un tutorial donde muestran ambas puntadas.

Damos la vuelta a la tela para que la costura quede por el revés y comenzamos con la puntada. Recorremos todo el lateral hasta que nos queden aproximadamente 8-10 cms, puesto que necesitaremos el hueco para volver a poner la tela del derecho, así como para introducir el relleno.


Una vez tengamos la tela del derecho, vamos a coser también, mediante el mismo tipo de puntada, una costura a mitad de la tela de extremo a extremo, dejando libres unos 5-6 cms a cada lado. Este cosido es para que actúe a modo de separación y no recaiga todo el peso de las semillas sobre uno u otro lado del cojín, provocando un posible desgarro de las costuras o incluso la incomodidad de tener huecos vacíos a la hora de utilizarlo.

Ahora ya sólo nos queda rellenarlo. Es aconsejable tostar las semillas antes de introducirlas al cojín, para evitar la formación de bichos, debido a la condensación del vapor que se desprende cuando lo calentamos en el microondas. Si vamos a utilizar hierbas aromáticas frescas, es conveniente seguir el mismo procedimiento.

Una buena y rápida opción es la de utilizar el grill superior del horno, con las semillas bien extendidas en la bandeja. Habrá que removerlas de vez en cuando para que no se tueste únicamente la capa superior.



Mientras se tuestan podemos aprovechar para coser la parte que va a ser la funda (sin perder las semillas de vista, no se nos vayan a quemar!). Una vez más, damos la vuelta a la tela para coser del revés, con la misma puntada de vuelta atrás. Importante que dejemos la cremallera abierta, para que una vez hayamos terminado de coser, podamos poner la tela del derecho.

Con las semillas tostadas, empezamos a rellenar el cojín, para lo que utilizaremos un cono a modo de embudo, realizado con cualquier papel o cartón. Es el momento de añadirle lo que nos apetezca. Corteza seca de cítricos, aceites esenciales, el contenido de los sobres de infusión (menta, manzanilla,...), canela molida, nuez moscada, pimienta...etc etc, en función de los aromas que nos gusten.
Hay que rellenarlo de forma que quede mullida, pero no prieta. La cantidad buena son unos dos tercios. Para las medidas de tela que he utilizado yo, un kilo de trigo ha sido suficiente.
En cuanto a la mezcla, va más o menos a ojo, pero podría decirse que unas dos partes de trigo por una de hierbas y/o especias. Aunque al final, con el uso, el aroma poco a poco acaba desapareciendo :-/

Cuando hayamos terminado de rellenarlo, remataremos la costura con la conocida como puntada invisible, tal y como se muestra en este tutorial.

Y ya está el cojín terminado y listo para usar. A muy bajo coste y muy fácil de hacer. Realmente lo más complicado de todo ha sido localizar dónde comprar las semillas!.

Llevo varias noches encantada, durmiendo con los pies bien calentitos. Da gustito tener ese calorcillo tan agradable ^_^






domingo, 18 de enero de 2015

La solución al destape. El saco pingüino.

Por alguna extraña razón no hay manera de conseguir que los enanos duerman tapados.

Mi querido Bebé E. lo dejó muy claro desde que nació. Todavía no me explico cómo un pequeño ser de apenas tres días de vida era capaz de detectar una fina sábana a pesar de estar profundamente dormido y quitársela de inmediato.

Durante este tiempo los sacos de dormir han sido mis grandes aliados. Los he tenido en versión verano y en versión invierno.( Las que sois de Zaragoza ya sabéis que aquí la primavera y el otoño brillan por su ausencia :B)


 El problema se me presentó cuando Bebé E. comenzó a andar.

Iba dando pasitos cuna a través, cual la más delicada de las geishas. A riesgo de dejarse contra los barrotes sus recientes dientes.

Tras pensar en posibles opciones y probar alguna que otra alternativa, un buen día, enredando por Facebook, descubrí el saco pingüino. Y aprovechando que los reyes magos tenían pendiente una visita, lo incluimos en la carta de regalos destinada a la abuela.

He de decir que no son precisamente económicos, pero merecen mucho la pena. Al menos a mí me ha parecido un invento de lo más práctico y la solución definitiva al problema del destape.



Además de diversos puntos de venta físicos, también tienen tienda on-line. Hay diversidad de modelos disponibles, tanto para niño, como para niña o incluso unisex.
Las tallas van desde 1 hasta los 6 años y disponen de dos tipos de grosores. Uno para ambientes con temperaturas de 16º a 20º y el otro de 21º a 23º.

También venden complementos como camisetas térmicas y patucos. Incluso pack completos, que salen un poco mejor de precio que comprando los artículos por separado, y que además ahora mismo están de rebajas.

www.penguinbag.com

No sólo se ha solucionado el tema del destape o de la posible rotura de dientes, si no que además he observado que tiene mayor libertad de movimientos que con los sacos convencionales, puesto que tienen mayor anchura, sobre todo de cintura para abajo.
Lo que le permite ponerse en su postura preferida de "culo en pompa" (o pato a la naranja como yo le digo) con mayor facilidad.
O incluso me lo encuentro muy a menudo con las piernas en posición buda. Cosa que hasta ahora se le veía algo más limitado.


En resumidas cuentas, que estoy encantada con la compra/regalo y que cuando se le quede pequeño éste muy probablemente le compraré la siguiente talla.

Y por si fuera poco todo lo anterior, con unas antenas que he visto en un bazar chino, tengo un disfraz de abeja maya para llevarlo a la guarde los próximos carnavales de lo más apañado :-)






sábado, 10 de enero de 2015

El juego laberinto

Tras un largo tiempo pensando en los juguetes candidatos a incluir en la misiva a sus majetades los Reyes Magos de Oriente, resulta que el juguete estrella ha sido el más inesperado (qué raro, verdad?) y comprado por casualidad.

Bebé E. se está haciendo mayor. En la guarde ya le han retirado la trona y se sienta en la silla de "mayores" para comer y para las manualidades tan chulas que van haciendo.


En casa va trepando a todas las sillas que encuentra a su paso, así que ha llegado el momento de redecorar su dormitorio e incluir una mesita con sus correspondientes sillas. Ese iba a ser nuestro regalo de reyes. Con complementos incluidos: pinturas, libreta, gomets...etc etc.


Con el asunto decidido y en medio de la vorágine de las fiestas navideñas, Papá E.P., Bebé E y servidora nos fuimos un día, "de excursión" a IKEA.
Allí descubrimos, entre otras cosas, que efectivamente le encanta sentarse en las mini sillas :-). También descubrimos, con cierta desilusión, que apenas quedaban modelos en stock, así que nos tocaba volvernos a casa de manos vacías y sin margen de maniobra.
Nos quedaba el consuelo de saber que la carta estaba repleta de regalos de tíos, abuelos y hasta del amiguito invisible...Por otro lado, Bebé E. a sus 18 meses aún es ajeno a lo que acontece con SS.MM. los Reyes Magos.

Según salíamos de la sección infantil, y una vez aparcada la grúa de madera que había estado arrastrando durante su paseo por las instalaciones, Bebé E. puso especial atención a una pila de juguetes que había expuestos en una de las estanterías. Él tenía muy claro que quería aquello y con aquello nos vinimos a casa.

Era vispera de reyes y ante tanta ilusión no pudimos evitar dárselo sin más demora.
Nunca he visto a Bebé E. tan concentrado con un juguete, demostrándonos su dominio (debía de haberle metido horas ya en la guarde jeje), jugando una y otra vez, sin que pudiéramos hacer nada para acostarlo.

La novedad, pensé, pero me equivocaba. Han pasado varios días, y sigue jugando durante largos ratos. Le encanta, le entretiene, aplaude cada logro y busca nuestro aplauso. Y por si fuera poco, ayuda al desarrollo de su motricidad fina.

Durante un tiempo llegué a pensar que jamás encontraría un juguete que fuera capar de mantener a Bebé E entretenido más de cinco minutos. Hasta entonces sólo lo habían conseguido los bloques de construcción y el circuito de coches de Litlle People, pero durante breves espacios de tiempo.
Su mayor afición seguía siendo la de tirar cosas y chasquearlas unas con otras para ver cómo suenan e ir de un lado a otro explorando su mundo. Pero al fin lo hemos conseguido!!

La solución, una vez más, era tan sencilla!. Y tan barata!. Se trata de MULA, el juego laberinto de madera, como os decía, de venta en IKEA por tan solo 9,99€.


Moraleja: Si no sabes qué comprarle a un niño, llévatelo a la sección infantil de cualquier establecimiento. Es un personal shopper infalible ^_^




miércoles, 12 de noviembre de 2014

Te quiero infinito

Tener un hijo marca, incluso antes de tenerlo. Marca durante todo el proceso del embarazo, marca el parto en sí mismo y después la maternidad en todas sus etapas. Tener un hijo es para siempre. Quizá por eso a muchas de nosotras nos entran esas ganas irrefrenables de plasmarlo de alguna manera tangible.




Con sesiones fotográficas, como la que tuve la suerte de disfrutar de la mano de David Gracia, con un resultado francamente inmejorable y pasando un rato de lo más ameno.


A través de artículos como cuadros de nacimiento con todos los datos del bebé, pulseras grabadas y un sin fín de bonitos recuerdos como los que hace El Mundo Mr. Gugu, cuidando con mimo cada detalle,  y que a mi personalmente me vuelven loca!!!




Por último, está la más radical de las opciones. Grabado en la piel, para siempre.

Hoy por fín he llevado a cabo la idea de un tatuaje que hacía un tiempo que venía maquinando. No es el único que tengo, pero quizá sí es el que tiene un significado más especial para mí.

Tenía claro que no quería nombres, ni fechas, simplemente buscaba algo que simbolizara el amor infinito que ese pequeño ser me inspira y que a su vez me regala a cada momento, incondicionalmente.

Va por tí, pequeño.