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martes, 29 de abril de 2014

Yo también tuve una colgona

Yo también tuve una colgona. Me la dejó mi hermana y me dijo que era de las mejores que había en el mercado. Ella apenas la usó. A mi sobrina no le gustaba. Y yo sólo la utilicé dos veces contadas, dentro de casa, y durante unos diez minutos de duración como mucho. Por algún motivo no me terminaba de gustar.

La colgona en cuestión era de una reputada marca sueca, conocida sobre todo por las mochilas portabebé y por las hamacas. En su página web publican una nota de prensa en la que se resalta la seguridad y calidad de sus productos.

Por otro lado, si entras a ver la descripción de sus mochilas, hablan en todo momento de diseño ergonómico. Nada más lejos de la realidad (a excepción de un modelo concreto). Basta con ver la pimera imagen de esta foto, correspondiente a la mochila en cuestión, y compararla con la segunda, que sí que es una mochila ergonómica.




Todo tiene su razón de ser. Cuando un bebé nace su columna no está estirada. Mantiene la posición en forma de C de cuando estaba encogidito en el útero. 




Además a simple vista podemos percibir que tienen una tendencia natural a doblar las rodillas y situarlas un pelín por encima del culete. Se conoce como posición de ranita. Esta es la posición correcta y no con las piernas estiradas.



Es más, cuando un bebé nace con displasia de cadera se le pone una férula que mantiene la posición de ranita el mayor tiempo posible para resolver dicho problema.




Por otra parte, cuando tú coges a tu hijo normalmente lo pones sentado sobre tu abdomen o cadera. No lo sujetas colgando de sus genitales. Instintivamente te sale cogerlo en una posición adecuada.


Y a todo esto le añadimos que no es aconsejable que un bebé de edad tan temprana vaya mirando al frente, pues la cantidad de información que recibe le puede provocar una sobreestimulación, además de que pierde el contacto visual con su cuidador/a.
A día de hoy me pregunto cómo es posible que se comercialicen artículos inadecuados para el correcto desarrollo de un bebé..

Vivo en un barrio emergente, de población joven, con un alto índice de natalidad. Y no hay día que no salga a pasear sin que me encuentre una colgona -de hecho sólo he visto una mochila ergonómica en los meses que llevo observando- y en cambio es a mí a quien miran con curiosidad cuando salgo a pasear a mi bolita en su mei tai, que dicho sea de paso, no puede ir más feliz!! ^_^ Incluso me han llegado a decir que por qué no lo pongo mirando hacia adelante! O_o

En una ocasión, en el taller de lactancia que imparten en mi centro de salud y en el que participa activamente el pediatra de mi peque -normalmente respetuoso con la crianza natural- una mamá que acudió con su bebé de unos 4 meses en la famosa colgona, le lanzó la pregunta de si era inadecuada para el desarrollo de la cadera, puesto que se lo habían dicho en varias ocasiones. Él le respondió que no, que mientras las piernecitas fueran separadas no había problema, que el problema venía con "esa forma de llevarlo muy típica en países asiáticos en los que los niños van de lado con las dos piernas juntas". Desconozco a qué tipo de porteo se refería...

La mamá decía que el niño iba encantado en la colgona. Que en cuanto la veía se ponía muy contento y que ella la llevaba puesta todo el día, incluso para hacer las tareas domésticas. No sé cómo se las arreglaba para ello, con un bebé colgando de frente, la verdad.

Ella se quedó totalmente satisfecha con la respuesta y yo también la dí por buena, aunque con ciertas reservas. Al volver a casa quise informarme más a fondo y descubrí el mundo del porteo respetuoso y comprendí lo desafortunada que había sido la respuesta del pediatra.

Descubrí además que los beneficios del porteo respetuoso no se limitan únicamente a la correcta posición de la cadera.

El bebé está en contacto permamente con la persona que lo portea, reforzando el vínculo afectivo y aliviando los cólicos en el caso de aquellos bebés que los padecen.
Oye el latido del corazón, la voz, siente el calor. Lo que hace que llore menos y esté más tranquilo.
Además el ligero balanceo favorece su sueño y por otro lado, facilita una lactancia discreta.

Por otro lado están los beneficios para el porteador. Las manos quedan libres para llevar la compra, el paraguas...
Facilita los desplazamientos. Adiós a las barreras arquitectónicas. ¡No habrá autobús ni escalera que se te resista!. Ideal para hacer turismo, para ir a la playa o simplemente para pasear.

Un portabebés ergonómico colocado adecuadamente reparte el peso del bebé sobre los hombros y caderas de tal forma el centro de gravedad del niño se encuentra muy cerca del de la persona que portea, por lo que el peso, al quedar bien distribuido, en la práctica resulta menor.

Su uso frecuente favorece la musculatura de la espalda del porteador, que se tonifica cada día según el aumento progresivo del peso del bebé, lo que se traduce en una mejoría de los posibles problemas de dolores de espalda.



Hay varios tipos de portabebés respetuosos. Están los fulares elásticos, los fulares de tela, las bandoleras, tongas, pouch, mochilas, mei tais... y un sinfín de combinaciones. Todo dependerá de la edad del bebé y de las necesidades del porteador.





Quiero hacer hincapié en que hay informarse siempre sobre el uso de portabebés para evitar casos como el que ha inundado los medios recientemente. Hoy en día en la mayoría de ciudades se ofrecen talleres de porteo. Incluso hay comercios afines a la crianza con apego, donde nos informarán sobre el portabebés adecuado en nuestro caso y sobre su correcto uso. Porteo si, pero porteo seguro.


Hay tres reglas básicas. Es el ABC del porteo seguro: Aire, Buen posicionamiento y Comodidad:


En el caso de mamás porteadoras mi recomendación personal es que el bebé se lleve a la espalda o en la cadera.
Durante el embarazo sufrimos un desplazamiento de nuestro centro de gravedad, que no vuelve a su ser nada más que damos a luz, sino que lo hace de forma progresiva. El porteo de frente de manera habitual puede interferir en este proceso.
Por otro lado, en caso de caída de la persona porteadora, hay mayor riesgo de lesiones en el bebé.



Basta un vistazo alrededor del mundo para hacernos volver a nuestros orígenes y recordar que hay una manera natural de hacer las cosas y que en ocasiones los mal llamados avances hacen que la perdamos.


Mención especial al autor de la foto, Javier Jaso, papá de mi bolita ^_^









5 comentarios:

  1. Uy, eso de que instintivamente coges al niño en esa posición... hemos perdido el instinto, la mayoría de gente que veo por la calle de mi ciudad lleva a los bebés como muñecos!!! es horroroso, retorcidos,con la cabeza colgando, cogidos con una sola mano mirando hacia el frente con el antebrazo por sus genitales... y te hablo de bebés de días o semanas!!! Se me ponen los pelos de punta cada vez que me cruzo con ellos. Casi que mejor que vayan en colgonas que en brazos de sus progenitores, aunque estos les vayan golpeando con las rodillas al andar porque los llevan como un bolso >.< ainssssss (suspiro, suspiro, suspiro)

    Normal que a tu sobrina no le gustara, lo que me extraña es que le gustara tanto al bebé de tu compi de del centro de salud, y mas a la madre es un rompe espaldas >.<

    P.D adoro la imagen del bebé en el fular transparente ♥♥♥

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    1. Hay gente para todo :-S
      La imagen esa es preciosa. Tan gráfica!!!

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  2. A mí el porteo siempre me ha parecido una opción buenísima. En el grupo de lactancia del barrio ví a una compañera que llevaba un pouch. Me pareció una idea genial, porque Javi no quería ir pegado al cuerpo, prefería ir viendo todo y más autónomo. Si se sentía agarrado, se le ponía una mala hostia... También me hablaron del mei tai, y me pareció muchísimo mejor opción que el pouch, porque este está mas pensado para algo puntual porque llevas el peso sobre un hombro en lugar de repartido sobre la espalda. Así que me fui a una tienda a por un mei tai o un pouch.

    Y qué pasó? pues por mi inexperiencia en el tema me dejé aconsejar, y me aconsejaron que muchísimo mejor un foular... Y no, en mi caso no fue mejor en absoluto. Lo usé tres veces. Sólo iba bien si Javi estaba dormido, y los que lo conoceis sabeís lo poquico que dormía de día, y más si había juerga! Así que lo regalé y me quedé sin el placer de portear.

    Ahora salimos ya sin carro (tiene dos años y medio), pero a veces se cansa y quiere que lo coja aupa. Y claro, me canso. Así que he vuelto a retomar la idea de portear con mei tai o pouch. Peeeeero, me hace duelo gastarme dinero en algo que no se si me va a resultar util o no...

    Así que le he pedido a Maier que me "preste" el suyo un día, a ver cómo reacciona Javi. Y he encontrado un tutorial para hacerme un pouch. Ya os contaré (y esta vez con una entrada en mi blog :P)

    PD a mí también me encanta la foto del bebé en el fular transparente

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    1. Julen también es alcahuete y un espíritu en libertad, pero adora ir en el mei tai. Pegadito a mamá, pero con cierta libertad de movimientos y viéndolo todo desde ahi arriba, es feliz. Según lo coloco empieza a hacer pedorretas, ta-ta-ta-ta-ta-tas infinitos y aspavientos de brazos ^^ A ver si hay suerte con Javi. Por hacer la prueba que no sea ;-)

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    2. Es cierto que el fular es lo mejor para un bebé, pero hay que saber ver cuales son las necesidades de la madre.
      Yo empecé con un fular y acabé con bandolera, meitai, pouch y tonga. Y te puedo asegurar que los troté a todos. Cada uno tenía su momento y su que. El que me iba bien para ir a comprar no me iba bien para estar por casa, o para bajar a la piscina, o para pasear... ^_^

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