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miércoles, 2 de abril de 2014

Lactancia materna. Se puede.

Partiendo de la base de que la lactancia nunca es fácil, en mi caso puedo decir que no resultó tan traumática como esperaba.

Siempre había oído hablar de la lactancia como algo complicado. Que si no tiene leche, que si no ha podido dar el pecho, que si no tiene suficiente pezón...

Ahora sé que hay un mínimo muy mínimo porcentaje de casos que no pueden amamantar a sus hijos por problemas reales.

Mi ginecólogo en una de las revisiones del embarazo me preguntó si había decidido amamantar y mi respuesta fue: "si puedo, sí". ¿Y por qué no vas a poder? me dijo.

Cuando nació Bebé Experto, en cuanto me subieron a planta me lo trajeron y practicamos el auto enganche. Todo fue a la perfección, para mi tranquilidad.

El mayor problema durante mi estancia en el hospital fue que recibí indicaciones contradictorias. Por un lado que no lo pusiera más de 15 minutos en cada pecho porque sólo tenía calostro y me iba a destrozar los pezones sin que él llegara a sacar nada más, por mucho que succionara.
Por otro lado que lo pusiera tanto como demandara.
"A demanda" la coletilla inseparable de "lactancia materna". No me iban a quedar veces que oírlo ni nada...

El caso es que esa primera noche el bebé lloraba y lloraba y yo no tenía mucho más que ofrecerle. Fue angustioso, la verdad.

A partir del día siguiente la situación fue mejorando. En el hospital la matrona me facilitó un botecito de aceite de oliva para hidratarme los pezones y me dijo que no me los lavara con jabón para no irritarlos, sino sólo con agua.

Al tercer día, casi a las puertas de volver a casa, me subió la leche. Y a partir de ahí fue todo rodado, salvo por las molestias habituales hasta que el pezón se acostumbró al trote. Nada que no se pudiese solucionar con un poco de lanolina y procurando tenerlos al aire (por suerte era verano).

Los problemas volvieron el tercer mes. De dormir once o doce horas de tirón por la noche, pasó a  reclamarme cada hora y media, dos horas o tres a lo sumo.
Según la enfermera del pediatra era la fase conocida como crisis de los tres meses, en la que los bebés aumentan su demanda para a su vez aumentar la producción en base a sus nuevas necesidades.

Durante ese tiempo estuve desquiciada. Ya no sabía si tenía suficiente leche, si realmente se trataba de esa crisis o si había algún otro problema de fondo, porque la supuesta crisis duró mes y medio.

En ese tiempo, mi gran apoyo fue un grupo de unas veinte mamás repartidas por toda la geografia nacional, a las que conozco sólo via internet y whatsapp, y con quienes he compartido toda mi aventura practicamente desde que supe de mi positivo. Si no fuera por ellas es muy probable que hubiese acabado tirando la toalla.

Son como el teléfono de la esperanza. Siempre hay alguien disponible y dispuesta a echar una mano. Además mi peque es de los más pequeños del grupo, por lo que casi todas han pasado antes que yo por cada etapa nueva.

Después llegó la vuelta al trabajo. Y durante un tiempo mi gran aliado fue el sacaleches eléctrico. Hemos pasado muchos ratos juntos.
 En esta fase fue una amiga asesora de lactancia la que me informó sobre cómo debía hacer para mantener la producción compaginando la lactancia con la introducción de alimentación complementaria. Sus consejos fueron muy acertados.

Hoy es el día en que Bebé Experto tiene algo más de nueve meses y sigue mamando y yo no veo el día de dejar esos momentos que son sólo suyos y míos.








10 comentarios:

  1. Enhorabuena por estos más de 9 meses de lactancia materna, más si cabe después de la incorporación a tu trabajo...
    A mi también me bombardearon con información sobre lo difícil que es dar el pecho y hasta la matrona de la preparación al parto me insistió en que no podría dar el pecho en exclusiva a mis mellizos, que necesitaría "una ayudita"...

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    1. Debería de invitarte a una de esas clases de preparación al parto como ejemplo de que si se quiere, se puede. De todas formas, lo tuyo es para quitarse el sombrero!.

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    2. Eres la leche!!! Jiji me ha encantado la mención especial que nos has hecho. Es curioso que en el grupo somos varias mamis que seguimos con la lactancia materna creo que influyó mucho el apoyo entre nosotras.
      Y siempre mucho respeto y ánimos con las que se decidían a dejarlo o estaban a la vez con los bibes.

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    3. Cómo no os iba a hacer una mención. Os merecéis un monumento!!! ^_^ No conozco mejor terapia de grupo. Lo que hemos llorado y reído juntas y lo que nos queda todavía!!.

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  2. dariana González3 de abril de 2014, 1:00

    Me ha ENCANTADO!! Que don tienes para las palabras , me has hecho revivir esos primeros dias de la lactancia. Sin olvidar la angustiosa crisis, jijiji ^^

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    1. Gracias!!! ^_^ Qué desquiciante la crisis, verdad?. Pero superada como unas campeonas!!! ;-)

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  3. Que recuerdos Maier. Por aqui puedo decir que casi me fastidian la lactancia en el hospi por que cada uno me decia una cosa y encima cuando mi niño se deshidrato me entro un sentimiento de culpabilidad... pero todo se soluciono cuando lo ingresaron en neonatos las chicas me aclararon todas las dudas y a base de estimularme con el sacaleches el primer dia me dio el subidon de leche y hoy 10 meses despues estoy orgullosa de seguir amamantando a mi niño que ademas es ver la teti y se.pone como loco.

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    1. Recuerdo tus comienzos. Qué duros. Además súper dolorida con la escabechina que te hicieron y sentada en esa butaca dura. Olé esa mami valiente!

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  4. Para mí el grupo de lactancia fue también un gran apoyo. Esas reuniones de los martes por la mañana, qué bien venían. Qué empujón daban...

    Al poco de quedarme en el paro, y aunque Javi ya no mamaba (se destetó el solo a los 8 meses, para mi tristeza sniff) bajé algún martes a darles ánimos y ofrecerles mi experiencia.

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    1. Pues eso está muy bien. Lo de que Javi se destete sólo, sin traumas, con toda la naturalidad del mundo y lo de tu buena voluntad de dar apoyo a las nuevas mamis.
      Alguna vez he pensado en acercarme a alguna de las clases de preparación al parto o al taller de lactancia, pero con el trabajo imposible. Aparte que me da un poco de reparo hablar en público...

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